El artista del vidrio hawaiano Daniel Moe vive con su familia en Kalapana, en la Isla Grande, a pocos kilómetros del volcán activo Kilauea y de las aguas azules del Pacífico.
Daniel dice: “Me enamoré del vidrio como medio para expresar mi amor y conexión con la naturaleza. Cuando me acerco al vidrio en su estado fluido, siento que esta conexión se intensifica. Sintonizar con este espacio sagrado me permite comprender el vínculo entre los elementos de la tierra y los míos”.
El vidrio no es solo un material, es materia, con vida propia, un poderoso medio de comunicación. Es bello y traicionero a la vez. Se presta a la metáfora porque puede imitar algunas cosas, como el agua, el magma y la piedra, y sugerir otras como el aire y la luz. Es poesía.
Detalles
- Aprox. 28 cm de ancho x 58 cm de alto
- El precio incluye una caja de envío personalizada.
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